Bailar con la desesperanza: reflexiones para reconectar con uno mismo tras un año de cambio
Un viaje emocional entre la desconexión, el miedo y la propia desconexión tras un año de transformación profunda para encontrarse en el caos y reconciliarse con uno mismo.
¡Hola! Soy Cristina Garay, periodista especializada en lifestyle consciente, viajes y medio ambiente. En este rincón virtual encontrarás inspiración para vivir como sueñas, reflexiones sobre crecimiento personal, consejos sobre lifestyle consciente, mindset y viajes. ¡Suscríbete aquí para unirte!
🖋 El tema de hoy: hoy el cuerpo me ha pedido expresar, es algo diferente.
♾️ Cositas que te recomiendo: encender una vela, escuchar Ludovico Einaudi y escribir.
🚐 Viajes: si quieres ser como la gente “normal”, no te hagas fan de la vanlife. Ya estoy planeando la siguiente escapada al Delta del Ebro. Cuéntame en comentarios qué te apetece conocer.
🌿 Vida sostenible: esta semana he conocido varios productos de limpieza eco sin tóxicos y recomiendo adentrarse en este mundo al 400%. Si te apetece conocer más, ¡dímelo en comentarios!
👩🏻💻 Journal prompt: “Siento que debo sanar…”
Hoy he reparado en que llevaba meses viviendo instalada en la rabia.
O ella en mí, quizá.
Desconozco si soy yo quien debe salir de ella o ella de mí.
No sé en qué momento pasé de tener una alta sensibilidad desbordante, a mi extraña desconexión constante de todo sentimiento, y después a que la rabia lo inundase todo.
Han sido meses en los que el teatro de fuera y lo de dentro están en planos tan distintos que resulta difícil caminar sintiéndome mínimamente integrada, mínimamente real. A ratos me pregunto si hay alguien viéndome. Mirando de verdad. Nos preguntamos qué tal rápido y mal. Sin mirarnos. Sin escucharnos.
Siquiera yo misma lo hago. Creo que solo me respondo a través del deporte. Se impuso en mis días como - creo - la única forma de no perderme en este baile con la desesperanza. De forma obsesiva se ha hecho con ese hueco en el que canalizar todoesoquenoséquées mientras mantengo la cabeza a raya y saco algo de sentimiento, el único que se activa, la rabia.
Es curioso cómo vives cuando la rabia lo inunda todo, pero a la vez parece que no exista.
Cada día pienso por qué no estoy contigo - mi perra - de viaje. Hace 10 meses el cáncer llegó a nuestras vidas y, aunque me siento infinitamente agradecida de tenerte aún a mi lado - no puede expresarse en palabras - los efectos secundarios nos han tenido en vilo, así que la idea de estar entre montañas en otro país me hace cuestionarme si solo yo disfrutaría del viaje.
Trato de comprender el mínimo acompañamiento por parte de quienes que deben adentrarte en esta nueva realidad, el desconocimiento mientras peleas con los síntomas desconocidos de un tratamiento que quizá sea peor veneno que el propio cáncer.
Amanece cada día y solo puedo observarte y confiar en saber analizar cómo estás detrás de esa fortaleza tuya tan férrea y difícil de franquear. Tu cuerpo está al fin tolerando el tratamiento y parece que funciona. No puedo describir lo que significa después de sentir tantas veces que no podía hacer nada para protegerte del sufrimiento que implica un compañero de viaje así. No había plan B. Estaba aterrada. Pero, de pronto, el A parece habernos dado un respiro. El mayor regalo del mundo. Más tiempo para disfrutar de ti. Contigo.
Lo de ser freelance no ayuda cuando llevas meses tratando de conciliar lo personal y lo laboral. Mi enorme dispersión mental ha aumentado mucho y lo de ir salvando proyectos como puedo se ha convertido en el día a día. Ay, la productividad laboral, eso que no nos dejan perder bajo ninguna circunstancia. Ay, lo difícil que es eso cuando eres tu propia empresa y te pones la zancadilla a cada paso.
El baile de drama y plottwist en el que se ha convertido mi alrededor continúa su curso como telón de fondo. Las sensaciones de desarraigo y desconexión llevan años acompañándome, y he descubierto que se agravan enormemente ante el miedo a vivir sin mi compañera de vida.
Me observo desde fuera. ¿Por qué me extraña que nadie lo vea? Hace unos meses recibí un premio en París a una de las mejores freelance del año de una plataforma europea. Debía sentirme inmensamente agradecida, orgullosa - esto siempre me costó más - y, sobre todo, feliz. Pero nada de eso pasó por mí.
Lo viví cual autómata que debía ir allí y recibir el premio. Pero no estuve allí. La persona de las fotos no soy yo. Tantos años de ser actuar como esa chica alegre y divertida que nunca está mal pasan factura cuando lo que quieres es dejarte estar, dejarte ser. Un lugar donde ser, eso tan importante. Pero qué difícil saber qué significa desde un sentimiento tan bloqueado y una mente tan llena de miedo.
Cuando me permito divagar por todas estas reflexiones, me sé inmensamente afortunada de tener cerca a mi pareja, alineando mi esencia entre intentos de entenderme y acompañarme.
Por mi mente comienza a pasear de vez en cuando - cuando lo permito, supongo - la idea de que este estado que creí pasajero quizá no lo sea tanto. Tras un año sintiéndome tan distinta, quizá haya una parte de mí, de mi sentir que no volverá. Y, supongo, también deberé hacer las paces con esa idea en algún momento.
Cuéntame si alguna vez has sentido algo así. Me encantará leerte. Si este post te inspiró, únete a Lo que mi perro me enseñó, déjame un ❤️ y comparte esta reflexión con alguien que lo necesite.
El duelo por esas partes que se han ido, o convertido en otra cosa, ese vacío por lo que creíamos que éramos. Y lo éramos, pero ya no. Aceptar eso es muy difícil: dejar ir esa parte de nosotras... A mí es lo que más me está costando.
Y la sensibilidad, ese regalo del universo, en momentos de cambio nos trae locas porque de nuevo tiene que aprender a reconocer esas partes nuevas, hacerles espacio y darles su lugar. Y conectar con ellas.
Es un proceso muy muy complejo, desmarañar todas esas emociones que a veces se juntan y no sabemos donde empieza una y acaba otra. Pero es parte del camino de crecimiento, y traerá claridad. 😊 🙏
Te da esa libertad que se contagia, se pega y a mi parecer permite a otros sacar lo mejor de sí mismo ✨Y cuando conectas es para siempre porque nada cambia 🎊