Ser vulnerable no es una debilidad, sino una de las mayores fortalezas humanas. Aprende a aceptar tus grietas, romper con gracia y encontrar belleza en la imperfección.
Gracias por esta reflexión, Cristina. Tengo la imagen mental de ser un junco, de tener la flexibilidad para resistir la fuerza de la corriente. Las cicatrices siguen ahí, pero también se mueven y adaptan.
Y además de la necesidad de ser flexible como un junto, no puedo obviar cuan de acuerdo estoy contigo en que sin vulnerabilidad no hay fortaleza y en la necesidad de dejar a un lado esa necesidad de controlarlo todo, esa rigidez para poder crecer, subsistir, aprendernos, para transitar cada vez mejor la incomodidad. Precioso texto Cristina ❤️ Lo tenía pendiente para leerlo por una referencia en otro post tuyo anterior y no había habido manera hasta hoy!!
Ay, cómo me emociona que lo hayas tenido en mente hasta sacar un rato para leerlo 🥹 Millones de gracias por dedicarme ese tiempo tan valioso!!
Qué potente lo que citas, transitar cada vez mejor la incomodidad! Me parece que va a ser de esas que me va a dejar reflexionando días y días, me encanta. Mil gracias, bonita!
‘La fortaleza no está en la rigidez sino en la flexibilidad” Me encantó. Como una persona hipersensible crecí escuchando que “no podía permitir que las cosas me afectaran tanto” y yo sin saber cómo hacer eso. Ja. Con el tiempo aprendemos a hacer procesar todo en distintos canales.
Ains, qué temón ese de cómo nos hacen crecer a quienes tenemos alta sensibilidad. Terminamos por no sabernos acompañar ni nosotros mismos, como si nuestro sentir estuviera mal y hubiera algo roto en nosotros, hasta que descubrimos lo que dices, que no se trata de endurecernos, sino de aprender a fluir con lo que sentimos, encontrar nuestros propios ritmos y formas de procesarlo. Me encanta cómo lo dices: con el tiempo vamos descubriendo esos canales que nos ayudan a vivirlo todo sin perdernos en ello. 💛
Ademas me siento muy identificada con lo que dices, y con tu amiga.
Y sí, a veces nos tenemos que romper par poder volver a salir a flote y con más certeza de quienes somos, que estamos dispuestos a aceptar y que estamos dispuestos a dar —tanto a nosotros mismos como a los demás—.
¡Me alegra tanto que te haya gustado! 😊 Qué cierto, siempre he sido una gran fan de las grandes tormentas, son las que más nos hacen crecer y definen nuestras grandes fortalezas. Me encanta cómo lo has expresado, es justo eso: saber lo que estamos dispuestos a aceptar y dar. Gracias por compartir tus pensamientos. ¡Un abrazo!
A mí me atrae las grietas de las personas, pero he de confesar que odio que se refieran a ellas constantemente, en plan "Mira lo que he superado". Creo que eso te lo tienes que decir tú misma en intimidad y personas que te conozcan,al menos un poco...no sé si me entiendes .
Creo que te entiendo, sí, conocer las grietas de las personas puede ser inspirador y hacernos conectar, pero quienes las exhiben constantemente, se definen con ellas, y parten de una posición constante de víctima que a mí me genera rechazo en general. ¡Es un tema que da para mucho!
Te bajaron las defensas, el cuerpo habla lo que el alma grita.
Me vino a la mente, y Bellis perennis" naciendo en esas grietas. Son pequeñas margaritas de menos de 3 cm que nacen en prados y su adaptación es impresionante, son sostenibles, parecen poca cosa,pero siempre renacen.
Es de valientes ir en camper, Uno de mis planes futuros,por cierto.
Y la vulnerabilidad es nuestro "súper poder"
Gracias Cristina por tu sensibilidad, el mundo necesita más gente con el corazon abierto a sentir y a expresarse.
Te mando energía verde esmeralda 🙌 💚 💚 💚 🙌 es energía sanadora, es ReiKa, energía desde mi corazón al tuyo.
Qué bonita tu metáfora con esas margaritas, no las conocía! Esa comparación para hablar de renacer en lo más árido me parece un símbolo perfecto de resiliencia. Se lo contaré a mi amiga :) ¡Tienes que probar un viaje en camper si te apetece! Es una forma de explorar totalmente diferente, seguro que será una experiencia transformadora cuando llegue el momento. Y muchas gracias por esa energía ✨ Te la mando también para ti!
Qué maravilla de texto, Cristina. No sé ni por dónde empezar con todas las sensaciones y sincronías que he sentido al leerte.
Empezaré por la valentía: la de tu amiga, la tuya al atreverte a convivir con su frase y al sentarte a escribir esto, la de todo el mundo que se atreve a sentir, con todas las letras.
Seguiré por las sincronías: las cicatrices son una de mis temáticas recurrentes. Mi primera novela se titula «La memoria de las cicatrices» y su leitmotif es precisamente cómo nuestras heridas se convierten en cicatrices que nos moldean, que nos convierten en quiénes somos. Y ahora estoy escribiendo otra historia en la que el concepto del «kintsugi» será crucial en el viaje de mi protagonista. Los pelos como escarpias al leerte.
Siento la necesidad de comentar cada párrafo de tu texto. Obviamente, no lo haré, que me quedará un comentario más largo que tu post, pero quería que lo supieras. Esa necesidad la has creado tú. Enhorabuena.
P.D.: Espero que te mejores; necesitamos que sigas escribiendo. 🙃
Enmarcaría este comentario. Qué palabras más bonitas, León 🥹 Te estaba leyendo con una sonrisa, qué emoción.
Qué maravilla esas sincronías, es como si las palabras encontraran su propio camino para hacernos avanzar y conectar. Me encanta lo que dices sobre la valentía de sentir, qué difícil y, al mismo tiempo, qué necesario.
Comparto obsesión por las cicatrices, así que me apunto tu libro (wow!) y ojalá leer también el segundo con ese kintsugi haciendo de las suyas. Siempre pienso que los temas que vuelven y vuelven, es como si nos susurraran que ahí hay algo que todavía quiere ser contado.
Mil gracias por compartir todo esto, de verdad. ¡Y que vivan los comentarios formato libro! ¡Un abrazo 🐚!
Hace tiempo escribí un texto en Instagram sobre cómo reír en público está bien visto y llorar no, siendo ambas una reacción física a un sentimiento. Siempre me llamó mucho la atención ese tabú, y una amiga me escribió un comentario que me dejó con resaca emocional varios días, y que aún me sigue resonando:
«Es como si te contaran un chiste brutal y, en vez de reírte en el momento, te aguantaras la risa, te fueras a casa, cerraras la puerta al entrar y entonces sí te permitieras reírte».
La valentía de sentir.
Y gracias por apuntarte mi libro; ya me contarás cuando te atrevas a entrar en el geriátrico en el que transcurre la trama. ;)
¡Abrazo grande!
P.D.: Qué peligro los comentarios formato libro, pero qué le vamos a hacer. Vivir es peligroso. :)
Gracias por esta reflexión, Cristina. Tengo la imagen mental de ser un junco, de tener la flexibilidad para resistir la fuerza de la corriente. Las cicatrices siguen ahí, pero también se mueven y adaptan.
Justo lo de flexible como un junco es lo que iba a comentar.
Es tan gráfico que es el ejemplo perfecto 🤍
Y además de la necesidad de ser flexible como un junto, no puedo obviar cuan de acuerdo estoy contigo en que sin vulnerabilidad no hay fortaleza y en la necesidad de dejar a un lado esa necesidad de controlarlo todo, esa rigidez para poder crecer, subsistir, aprendernos, para transitar cada vez mejor la incomodidad. Precioso texto Cristina ❤️ Lo tenía pendiente para leerlo por una referencia en otro post tuyo anterior y no había habido manera hasta hoy!!
Ay, cómo me emociona que lo hayas tenido en mente hasta sacar un rato para leerlo 🥹 Millones de gracias por dedicarme ese tiempo tan valioso!!
Qué potente lo que citas, transitar cada vez mejor la incomodidad! Me parece que va a ser de esas que me va a dejar reflexionando días y días, me encanta. Mil gracias, bonita!
‘La fortaleza no está en la rigidez sino en la flexibilidad” Me encantó. Como una persona hipersensible crecí escuchando que “no podía permitir que las cosas me afectaran tanto” y yo sin saber cómo hacer eso. Ja. Con el tiempo aprendemos a hacer procesar todo en distintos canales.
Ains, qué temón ese de cómo nos hacen crecer a quienes tenemos alta sensibilidad. Terminamos por no sabernos acompañar ni nosotros mismos, como si nuestro sentir estuviera mal y hubiera algo roto en nosotros, hasta que descubrimos lo que dices, que no se trata de endurecernos, sino de aprender a fluir con lo que sentimos, encontrar nuestros propios ritmos y formas de procesarlo. Me encanta cómo lo dices: con el tiempo vamos descubriendo esos canales que nos ayudan a vivirlo todo sin perdernos en ello. 💛
Me ha encantado tu post.
Ademas me siento muy identificada con lo que dices, y con tu amiga.
Y sí, a veces nos tenemos que romper par poder volver a salir a flote y con más certeza de quienes somos, que estamos dispuestos a aceptar y que estamos dispuestos a dar —tanto a nosotros mismos como a los demás—.
¡Me alegra tanto que te haya gustado! 😊 Qué cierto, siempre he sido una gran fan de las grandes tormentas, son las que más nos hacen crecer y definen nuestras grandes fortalezas. Me encanta cómo lo has expresado, es justo eso: saber lo que estamos dispuestos a aceptar y dar. Gracias por compartir tus pensamientos. ¡Un abrazo!
A mí me atrae las grietas de las personas, pero he de confesar que odio que se refieran a ellas constantemente, en plan "Mira lo que he superado". Creo que eso te lo tienes que decir tú misma en intimidad y personas que te conozcan,al menos un poco...no sé si me entiendes .
Creo que te entiendo, sí, conocer las grietas de las personas puede ser inspirador y hacernos conectar, pero quienes las exhiben constantemente, se definen con ellas, y parten de una posición constante de víctima que a mí me genera rechazo en general. ¡Es un tema que da para mucho!
Te bajaron las defensas, el cuerpo habla lo que el alma grita.
Me vino a la mente, y Bellis perennis" naciendo en esas grietas. Son pequeñas margaritas de menos de 3 cm que nacen en prados y su adaptación es impresionante, son sostenibles, parecen poca cosa,pero siempre renacen.
Es de valientes ir en camper, Uno de mis planes futuros,por cierto.
Y la vulnerabilidad es nuestro "súper poder"
Gracias Cristina por tu sensibilidad, el mundo necesita más gente con el corazon abierto a sentir y a expresarse.
Te mando energía verde esmeralda 🙌 💚 💚 💚 🙌 es energía sanadora, es ReiKa, energía desde mi corazón al tuyo.
Qué bonita tu metáfora con esas margaritas, no las conocía! Esa comparación para hablar de renacer en lo más árido me parece un símbolo perfecto de resiliencia. Se lo contaré a mi amiga :) ¡Tienes que probar un viaje en camper si te apetece! Es una forma de explorar totalmente diferente, seguro que será una experiencia transformadora cuando llegue el momento. Y muchas gracias por esa energía ✨ Te la mando también para ti!
Qué maravilla de texto, Cristina. No sé ni por dónde empezar con todas las sensaciones y sincronías que he sentido al leerte.
Empezaré por la valentía: la de tu amiga, la tuya al atreverte a convivir con su frase y al sentarte a escribir esto, la de todo el mundo que se atreve a sentir, con todas las letras.
Seguiré por las sincronías: las cicatrices son una de mis temáticas recurrentes. Mi primera novela se titula «La memoria de las cicatrices» y su leitmotif es precisamente cómo nuestras heridas se convierten en cicatrices que nos moldean, que nos convierten en quiénes somos. Y ahora estoy escribiendo otra historia en la que el concepto del «kintsugi» será crucial en el viaje de mi protagonista. Los pelos como escarpias al leerte.
Siento la necesidad de comentar cada párrafo de tu texto. Obviamente, no lo haré, que me quedará un comentario más largo que tu post, pero quería que lo supieras. Esa necesidad la has creado tú. Enhorabuena.
P.D.: Espero que te mejores; necesitamos que sigas escribiendo. 🙃
Enmarcaría este comentario. Qué palabras más bonitas, León 🥹 Te estaba leyendo con una sonrisa, qué emoción.
Qué maravilla esas sincronías, es como si las palabras encontraran su propio camino para hacernos avanzar y conectar. Me encanta lo que dices sobre la valentía de sentir, qué difícil y, al mismo tiempo, qué necesario.
Comparto obsesión por las cicatrices, así que me apunto tu libro (wow!) y ojalá leer también el segundo con ese kintsugi haciendo de las suyas. Siempre pienso que los temas que vuelven y vuelven, es como si nos susurraran que ahí hay algo que todavía quiere ser contado.
Mil gracias por compartir todo esto, de verdad. ¡Y que vivan los comentarios formato libro! ¡Un abrazo 🐚!
Pues compartimos emoción al leernos. =)
Hace tiempo escribí un texto en Instagram sobre cómo reír en público está bien visto y llorar no, siendo ambas una reacción física a un sentimiento. Siempre me llamó mucho la atención ese tabú, y una amiga me escribió un comentario que me dejó con resaca emocional varios días, y que aún me sigue resonando:
«Es como si te contaran un chiste brutal y, en vez de reírte en el momento, te aguantaras la risa, te fueras a casa, cerraras la puerta al entrar y entonces sí te permitieras reírte».
La valentía de sentir.
Y gracias por apuntarte mi libro; ya me contarás cuando te atrevas a entrar en el geriátrico en el que transcurre la trama. ;)
¡Abrazo grande!
P.D.: Qué peligro los comentarios formato libro, pero qué le vamos a hacer. Vivir es peligroso. :)